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La ciudad de Jerusalén tropezó,
    Judá cayó y se hirió,
porque lo que dicen y hacen está en contra del SEÑOR.
    Se rebelan contra la gloria de Dios
y presumen de sus pecados,
    como pasaba en Sodoma, no los ocultan.
Su pecado se les nota en la cara;
    no lo disimulan.
¡Pobres de ellos!
    Se han traído el mal a ellos mismos.

10 Afortunados los justos que a ellos sí les va a ir bien,
    porque recibirán la recompensa por su honestidad.

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